sábado, 14 de diciembre de 2013

Órdenes

Su conciencia no podría soportarlo ¿O sí? Porque en realidad tampoco sería el primero del mundo en hacerlo, ni el último. ¿Se atrevería? Dicen que hay que ser muy valiente, o muy cobarde. Y él era un tipo normal, ni héroe ni villano, siempre con misiones de custodia. Ahora la guerra entre hermanos lo había trastocado todo. Limpió su espada cuidadosamente y cuando su superior gritó “al ataque”  no pensó, solo desplegó sus alas y descendió en picado. Fue el primero en herir al ángel negro.

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