Mamá dice que me ve
descafeinada, que pronto se me va a pasar el arroz, que como siempre, me
quedaré a los postres en las oposiciones y que ya está harta de tenerme en casa
comiendo la sopa boba.
La he mirado con ojitos de
cordero lechal, pero nada, le importan un pimiento mis explicaciones. Dice que
necesito darle vuelta y vuelta a mi vida. Posiblemente tenga razón. No sé,
tengo un cacao mental…
De primeras voy a despechugarme
un poco más y salir a pasear el palmito ¡ya está bien de estudiar, acabo
albardada! Segundo: dejar de hacer el
gamba e ir donde hay tomate, a clases de salsa, que ahí se liga mucho y si no,
al menos, veré tabletas de chocolate. Y como guinda, y aunque estoy como un
flan, debería pensar también en un buen polvorón. Decidido, voy a darle un buen
mordisco a la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario