Acomodados
en sus nidos de nubes vigilan desde el principio de los tiempos. Algunos creen
que nos guardan, pero lo cierto es que esperan su momento. Cuando se produce,
extienden sus alas, y a medida que descienden se endurece su piel y sus ojos se
tornan jade. Al llegar a la superficie, su aliento de fuego lo arrasa todo y su
batir de alas enfurece a los mares.
El
jefe de la bandada recuerda alguna construcción de su última incursión: el circular
altar megalítico de piedras sigue intacto, pero la pirámide que vio nacer se ve
ahora en ruinas. ¿Cuánto tiempo ha pasado en la historia de los mortales? 40
siglos es apenas un parpadeo en su existencia. Recorre ciudades de piedra,
cristal y acero, y se detiene ante la gran muralla jalonada con blasones de sus
imágenes. Los humanos les recuerdan, pero no cambian.
Cuando
enmudecen los gritos, el planeta cruje y ellos comienzan el ascenso. Las brillantes
escamas mutan en níveas plumas y sus
retinas recobran el celeste iris. Derraman cristalinas lágrimas de fértil lluvia.
Comienza una nueva era y ellos velarán una vez más.
Es
muy duro ser “la otra”, por muy gemelas que fuéramos en un origen, a mí me tocó
la peor parte: me dieron la vuelta y me tiñeron de negro, así nadie tendría
problemas para distinguirnos dijeron. Desde entonces me pica todo de pura
rabia, intento encontrar el trébol de cuatro hojas para cambiar mi suerte mientras
ella levanta suspiros de amor y acapara diamantes. Como envidio a mis primas
españolas, aunque con eso de la crisis me han dicho que allí pintan bastos…
NOTA : este texto no lo he escrito yo, lo he recibido por email y me ha parecido tan bonito que he querido adoptarlo y hacerlo un poquuito mio aquí en mi espacio virtual. A su autor/a , sea quien sea, desde aquí un OLE!, y a quien se ha acordado de mi y me lo ha enviado un "mercí"
En
el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al
otro:
-
¿Tú crees en la vida después del parto? > -
Claro que sí. Algo debe ... existir después del parto. Tal vez estemos aquí
porque necesitamos prepararnos ... para lo que seremos más tarde. -
¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida? > -
No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con
nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca. -
¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo!
El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida
después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto. > -
Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea distinto a lo que estamos
acostumbrados a tener aquí. -
Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el
final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa
existencia en la oscuridad que no lleva a nada. > -
Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que
veremos a mamá y ella nos cuidará. -
¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella ahora? > -
¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos.
Sin ella todo este mundo no existiría. > -
¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no
exista.
- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o
sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real
que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...
Esa
noche la tropa cenó compota, poco importó que la fruta estuviese pasadísima,
estaba calentita y eso bastaba. Los más optimistas pensaron que los trozos más
duros podrían ser gusanos –proteína- se dijeron. A la mañana siguiente casi
nadie echó en falta al sargento Pérez y unos pocos felicitaron al cocinero https://www.youtube.com/watch?v=4sqBYziYBAs
Feliz día mamás, ya me diréis si
alguna consigue ver este video sin llorar…
El primer domingo de mayo, se
celebra el día de la madre, y como cualquier celebración tiene sus defensores y
sus críticos. Oía hace poco un comentario sarcástico en la máquina de café de
la oficina, que venía a decir que, es un día de estos que nos incitan a gastar
y consumir con la excusa de agradecer a la madre que nos parió el habernos
traído al mundo, para seguir gastando claro. Pues sí, también...
Al menos, le contestó otra, hay
un día para celebrarlo. Sí ya sabemos que hay cosas que deberíamos festejar de
continuo, como tener una familia, amigos, trabajo, salud y miles de cosas más.
Y las damos por logradas y cuando las pierdes, ¡ay cuando las pierdes! es
cuando lamentas no haberlas cuidado y celebrado.
Cada uno de los que hablaba se
mantenía en sus treces, a favor o en contra. En algún momento se dieron cuenta
de que yo estaba calladita –raro en mí, ya sabemos todos-. Tuve que aclararles
que en realidad estaba pensando en “los sufridores” de las fiestas. Ellos lo
achacaron a que yo ya no tengo madre a quien felicitar, y aunque ciertamente me
coloca en el bando de los que nos entristece el día, en realidad me refería a
los que realmente les hace sufrir.
Me contaba hace unas semanas una
amiga cuanto odia este día, por lo mucho que le hace sufrir a su madre. Por
contarlo rápidamente diré que tiene una hermana mayor, a la que hace años no
ven, no se tratan, y todo por un enfado familiar. Bueno... es triste enfadarse
con la familia por dinero, o por tener una super discusión y que nadie quiera
dar el primer paso para disculparse, pero en este caso la razón es tan sumamente
subrealista que alguna vez, y con dos tragos de más, le he propuesto, pedido y
hasta casi suplicado que me deje escribir una historia sobre el tema, siempre
se ha negado, así que baste decir que encima es todo por una solemne idiotez.
Pero... la tipa en cuestión, de la que ya ni recuerdo el nombre porque mi amiga
siempre se refiere a ella como “mi no-hermana” no quiere saber nada de su
familia, madre, hermanos, tíos etc... Sus hijos, adolescentes ya, también
tienen prohibido tener trato con ellos. El tema ya de por si doloroso, se ve
agravado porque encima viven todos a un par de manzanas, y por tanto su madre
tiene que soportar ver a su “no-hija” de vez en cuando y que esta se cruce de
calle, que los nietos no la saluden etc...
Decía que no tienen trato, bueno,
no es del todo cierto. Por motivos que no vienen al caso, en estos momentos
necesitan liquidez y mi amiga y sus hermanos chicos habían pensado vender,
malvender en esta época, la casa del pueblo al que no van nunca. Esta casa era
del padre, que murió hace siglos y ahora, por herencia es de los cuatro hijos.
Por tanto, para venderla necesitan el consentimiento de la “no-hermana”. Han
intentado ir a buenas, a malas, con abogados y ni por esas. Aquella se niega a
estampar su firma ya que sería ayudarles, les va a fastidiar todo lo que pueda,
debió decirle a un hermano. Visto el panorama, su madre no ha tenido más
remedio que desheredarla, para evitar que cuando ella muera siga fastidiándoles.
Mi amiga comentaba que el día de
hoy habían pensado juntarse todos y llevarse a la madre a comer por ahí. Pero
la buena mujer les dijo que no, que 364 días al año celebra tener tres hijos
estupendos, y que un solo día al año quiere recordar que definitivamente ha
perdido a una hija.
Por eso hoy, a quienes creen que
sólo se celebra el consumismo y a quienes consumen para celebrarlo, les diré
que celebren y que no se consuman...